quién es la yeta? quiéééénnn???
Y no me vengan con que soy cabalera o que tengo delirio persecutorio. Nada de eso. Acá hay alguien que tira baldazos de orín sobre mi foto a modo de rito budú. Y yo encima, tratando de "intelectualizar" los hechos acontecidos, lo interlocuto con la psicológa que me dice "mirá, si no queres contar las cosas, no lo hagas, pero que no sea por cábala". Porque claro, yo soy re buchona, digo "estoy estrenando un pantalón" y la mente diabólica hace que me chorree la grasa de una docena de empanadas. O que me salte cloro. O que me haga un "siete" en el medio del traste. Cosa e' mandinga.
Pero el evento más sobresaliente de la semana fue este:
Sucede que hace cerca de 2 meses que estoy "negociando" una mesa y unas sillas de cedro que se encuentran en una casa deshabitada. La mesa está recontra buena, es casi cuadrada y tiene "trampa" que se abre y entran como 12 personas. Las sillas están todas destartaladas y arañadas ya que la difunta dueña de tales artefactos apoyatraseros tenía cuantiosos gatos inmundos como huéspedes (puaj!). La cuestión que, con la heredera hermana de la difunta dueña, una anciana muy polenta, de esas que es capaz de cagarte a bastonazos en el colectivo, hace dos meses que estamos "que sí, que no, que es muy caro, que vos no sabes lo que lo pagó mi hermana, que si pero tengo que arreglarlo, que no lo vas a conseguir en ningun otro lado por este precio, que no tengo plata, que es de cedro, y bla bla bla". A todo esto, tenía de espectadores de la negociación telefónica (calculen unas 12 llamadas entre idas y vueltas), espectadores cual espectadores de partido de tenis, a Homero, mis viejos y mis hermanos, nadie más.
Cierta mañana se ve que la encontré generosa a la señora (es buena la señora en el fondo! un poco terca, pero buena gente), resulta que la encontré generosa y accedió a darme las sillas y la mesa por el precio que yo ofrecía. Esta fue la generosa mañana de un miércoles. Entonces pensé: "urgente, un flete! no vaya a ser cosa que se arrepienta..."
La llamé el viernes y quedamos que iba a ir a retirar las cosas, plata en mano, el día domingo. Hasta acá todo bien, la vida me sonreía.
Desde el día miercoles hasta el trágico día de los sucesos todavía no mencionados, hice uso del filtro selectivo yetístico. El miércoles le conté la proeza negociadora a cierta persona (del sexo femenino). Salí ilesa, no se me vino el techo encima. El jueves a la noche, se lo conté a otra (de también sexo femenino) y aunque estaba un poco atemorizada, no me partió al medio ningún rayo. Y finalmente el viernes seguí probando "el filtro" pero acá quedé, me parece que fue acá. Se lo comento a otra persona del sexo femenino (¡¡malditas brujas!!) y me duró la emotiva felicidad sólo por un rato, no más...
El sábado, cuando llamo a la sra. anciana heredera de sillas y mesas, me dice, muy compungida, pobre mujer, que la noche anterior (o sea, viernes a la noche) habían entrado a "okupar" el minúsculo departamento sucio de 1 minúsculo dormitorio en un FONAVI destruído que no sirve más que para ser demolido, pero que sí le sirve a la familia nosecuánto que se metió a vivir. Y se metieron nomás. ¡¡¡Y mis sillas y mi mesa estaban adentro!!! La verdad, una situación muy trágica, no, porque la sra. anciana tiene como 70 años, no sé cuántos, pero ahora deberá afrontar un juicio de la puta madre para desalojar a la gente y quizás no viva para verlo, porque estas cosas pueden tardar 10 años, ella quería sólo $3500 por el departamento. Por otro lado me da pena la gente que anda así por la vida, que no tienen ni donde meterse y más si andan con los críos. Y por otro lado, me dan mucha pena mis sillas desvencijadas asomadas al balcón, porque parece que okupas pero selectivos no van a apoyar el culo en cualquier inmundicia despellejada por los gatos. Pero la mesa, la mesa es una masa, se ve que a la mesa la están usando.
De todas maneras, ahora, hasta que no digan los cuervos carroñeros abogados qué se puede hacer, las sillas, mesas y otros bártulos que quedaban, tendrán que seguir quedando ahí nomás...
Entonces, gente, no me vengan con que no estoy enyetada, qué malditas probabilidades había de que pase esto?? por que a mííííí??? por qué justo el día anterior, si ya las tenía en mis manos, si ya podía sentir el olor a gato, por qué?? ya me imaginaba lijando las sillas con esmero en el frío polar del patio, tirando a la mierda el tapizado y cambiándolo por otro, ya podía sentir el olor del barniz, en aserrín picándome la nariz... todo mi sueño fue arrebatado.
En fin, pero ya la tengo calada a la fulana de tal que, pobrecita, lleva los orines perrunos en la mirada...
Lástima, porque yo tenía muchas noticias para contarle a mi público lector pero minga! a ver si todavía inventaron un budú nético digital virtual y resulta que se inaugura conmigo!