yendo los saurios

martes, 18 de diciembre de 2007

crónica de un aburrimiento anunciado

(no estaba muerta, estaba de parranda!)

Y bien, me aburro. Y en mi afán reflexivo (y soberbio!) intento hacer un tratado sociológico al respecto de por qué una mina bastante interactiva (seh, atrás de una computadora, al menos) se aburre en medio de tantas herramientas de web 2.0, pero la verdad que me aburro de solo intentarlo. Porque es cierto que las comunidades de blogs, youtube, twitters, podcast, etc. etc son muy poderosas e infinitas las posibilidades de descubrir y explorar y subir y bajar y bla bla bla... pero lo cierto es que me aburro. Nada me sorprende, nada me motiva, quizás sea el fin del fin, el fin de todos los blogs del mundo? Quizás deba esperar una nueva generación onanista de internet? ya ni ganas de bajarme música me queda, ni de leer el diario de mongolia ni de seguir pagando la promo de arnet de banda ancha...

Acá en Yendo ya escribí sobre mí, sobre mi ex, sobre amigos y amantes, sobre ataques de bovarismo, aventuras heroicas, sobre mis gatas, puse reflexiones sociológicas, psicológicas, noticias de actualidad, críticas de cine, críticas de arte, poesía, cosas más o menos graciosas, escenas de la vida cotidiana, burdos fotomontajes, acontecimientos históricos, recetas culinarias, crítica a otros blogs, listas del supermercado, cosas de la familia, cosas del trabajo, cosas del transporte público de pasajeros y de reses al matadero, anécdotas de encuentros cercanos del tercer tipo (y del primero y del segundo también), lo cierto es que postié muchas letras, postié podcast postié youtubes postié twitters y finalmente todo concluye: ME ABURRO.

Me aburro también de leer otros blogs, salvo algunos contados con los dedos de ¿media? mano, si vale como parámetro de medida (confieso, lo leo a Juan y a Gen). Me aburre leerlos, gente, me aburren las noticias tecnológicas, me aburre el humor escatológico, me aburren con sus encuentros en la facu en el bar en la casa, me aburro de leer las peleas con el novio/a, con la hermana/o, me aburro de las aventuras eróticas con los amantes, de la flaca que se garcharon en el baile, me aburro de las reflexiones literarias, me aburro de las aventuras del trabajo, de la calle, del berrinche del perro. Y además, disculpen que se los diga asi de una, yo no seré ninguna Jorgeluisa ni mucho menos, pero muchos no saben ni escribir! En serio, todo bien con los intentos más o menos prolijos pero falta, falta lectura, falta que se sienten a leer libros en vez de blogs, y algunos/as ni esos los salva. Obvio que lo digo desde mi escritura recontrachota inspirada en largas horas atrás de la tele, eeeehhh... Hay personas que no tenemos virtud para esto, es asi, pero hay que esmerarse. Por ejemplo, los que quieren escribir libros, que escriban libros, que no es lo mismo que escribir blogs, la escritura para el papel es distinta que para la net y de última uno puede limpiarse el culo si no sirve; los que quieren escribir blogs, agarren un manual de usabilidad web, mínimo. Hay que esforzarse, gente, no queda otra...

Bueno, eso, que me tomo el palo. Capaz que indague en otras cuestiones, estaba pensando en un vlog (asi, video-blog) pero no sé. Si se me ocurre algo, vuelvo y aviso por si algun osado valiente se anima a ver mis videos sin caer muerto del aburrimiento. Y no, no me preocupo, no dejo viudas/os ni hijas/os de Yendo, y si así lo hiciera, regoncínjese el alma con el cadaver exquisito, casi 4 años de darle masa al teclado. Sí, me refiero al archivo, al archivo de Yendo, hay cosas bien pulentas por ahí.

Backstage
Ma sí, de pura vanidosa, un video mío, made in hospital Centenario, para que vean que estoy bieeeen vacunada contra las malas lenguas (y contra los pelotudos!):


Momento crucial de la vacunación

(escuchen el berrinche, dios)

Y eso, gente, que ya salgo para la praia nuevamente pero no me quería ir sin antes despedirme, decirles que pasen unas bonitas fiestas sin ataques de pánico ni cosas juleras ni retorcimientos poseídos como los de Regan MacNeil de El exorcista, que son cosas que suelen pasar cuando uno toma demasiado. Una cosa tranqui, eso.

Ah, y quiero agradecer especialmente a Gen71 que le estuvo dando con el pulmotor al blog, un amor el pibe; y al Lobo que hizo los dibujos, y confieso, me regaló el título por allá en el inicio. Y a todos/as los que me leen, aunque lo hagan por RSS y no cuenten visitas, je...

Bueno, mucho no me gustan las despedidas, es más, creo que nunca me despedí de nada en la vida por eso vivo acumulando cosas, pero esta vez haré la ostentosa excepeción: ahí va: Arrivederci e buona fortuna! chaucito!

miércoles, 12 de diciembre de 2007

ultratúmbica

por Gen71 (y ayuda del más allá)

Preso todavía de una importante conmoción, tengo la alegría de escribir estas líneas para contarles que Sauria se ha comunicado conmigo desde el mas allá!!!

No lo hizo por medio de una tabla ouija, no lo hizo a través de una médium con la voz del Coco Basile; no señor… Lo hizo con su particular manera, con su “special way”, su “rebelde way”; esa a la que nos tenía tan acostumbrados, su inconfundible sello de vanguardia e hinchapelotez.

El caso es, amigos, que días atrás hallábame en una clásica confitería, tomando mi té de la tarde con unas galletitas rellenas de limón, recreando una cotidiana escena de nuestra querida diva. En el momento en el que me dispongo a sumergir una de ellas en la infusión, sin causa aparente, una de las mitades se despega de la otra, dejando al descubierto el relleno y salpicando té por doquier al realizar un torpe clavado en mi taza. Mi fastidio ante el desafortunado suceso vió su fin al advertir que la crema de limón que quedaba en la mitad que mi mano sostenía, reproducía con absoluta fidelidad el reptílico perfil de nuestra querida Sauria. Por un instante quedé paralizado por la emoción. Pero ni bien me hube recuperado del shock inicial, lo primero que atiné a hacer fue comerme de un tarascón lo que quedaba de la galletita, quizás por los nervios, quizás por angustia oral...

Desesperado comencé a buscar algún otro indicio de que lo que había visto era real y no un mero producto de mi imaginación. En ese momento noté que las salpicaduras de té habían alcanzado mi teléfono celular. Las gotas claramente se encontraban esparcidas sobre diferentes teclas, y en el enchastre visualicé la secuencia caprichosa, ordenada por el tamaño de las gotas: 0303456. Que sería este número? El famoso PIN de la Banelco? Las coordenadas donde yacen los restos del avión? El código de pieza del carburador del Fiat 128 IAVA?

Sorbí ansioso y ruidoso lo que quedaba de mi británica infusión (a estas alturas todos me miraban con desagrado) para dejar al descubierto lo que me esperaba en el fondo de la taza. Allí estaba la tapa restante de la galletita, deshecha, formando una pasta de la consistencia y el color de un vómito de bebé. Permanecí un largo rato observando el masacote, intentando encontrar alguna otra pista, algún otro mensaje de ultratumba de nuestra querida Sauria. En algún momento dentro de ese lapso de fija contemplación creí ver la cara de Elisa Carrió, pero la mayor parte del tiempo solo pude ver algo parecido en consistencia y color, al vómito de un bebé.

Finalmente mi evocación a los muertos fue interrumpida por una de las camareras que me informaba que estaban por cerrar, que hacía casi cinco horas que estaba mirando boquiabierto la taza y que no dudaría en llamar a la policía si no me iba a la brevedad. Comprendí que era el momento de irme a mi casa, y así lo hice, envuelto en la profunda desazón de no haber hecho contacto con la desaparecida estrella.

Una vez en casa, en un acto comandado vaya a saber por qué extrañas fuerzas, prendí la computadora y chequeé mi correo. Nuevamente me costaba creer en lo que veía. En mi bandeja de entrada apareció un mail de sauria@limbomail.com con el asunto “hola salame”. En ese mail nuestra amiga me contaba que las señales en galletitas de limón son bastante inestables últimamente, y que por eso había decidido comunicarse vía mail apenas pudo conseguir un cyber, ya que para ella las compus son mucho mas naturales que las apariciones ectoplasmáticas.

Además de las típicas quejas de gente muerta (se quejaba viva, asi que imagínense como se puso ahora); me pasó a modo de camino a seguir un listado de cosas que ella “vería con agrado” que sus deudos hicieran. Pongo a vuestra disposición y consideración este material; con la certeza de que no dudarán de su autenticidad, ya que a mi entender, estas cosas solo se le podrían ocurrir a una persona. A Sauria. Y dice así:

1-Ponedle agua al gato. Sí, al pobre gato.
2-Erigidme un santuario en Ayacucho y Arijón, a imagen y semejanza de la sala A del cine Monumental. Ofrendad copas de champagne y lentejuelas fucsias en mi honor, como así también pintura de labios y esmaltes de uñas. Crema anticelulítica y tintura para canas no, manga de atrevidos, conoceran el fuego del infierno!
3-Santificad a mi madre. Si, bañadla con yeso y ponedla en la puerta de la iglesia, tocad timbre y salid rajando. Tened la precaución de vendarle bien la boca antes, por favor. Haced lo mismo con la madre de Gen71, si sobrara yeso (“tu madre será una santa, pero vos...”)
4-Pagadme las facturas atrasadas del inmobiliario. Que después hacer la cola para la moratoria es un bodrio.
5-Recolectad los frutos antes de que la fuerza de gravedad haga lo irremediable. Vendrá un outlet de corpiños re groso en C&A. Atenti chicas.
6-Nombrad la calle Santa Fe como Sauria Rex, de modo que me departe un monumentazo a la bandera al final del camino! snif...
7-Donad sus bienes dominicales (reposeras, termo, mate, bizcochos de grasa y salame picado grueso, musculosa mallita agujereada y ojotas) en las puertas del diario La Capital. Algo me dice que muy pronto van a ser muy necesitadas por los habitués del lugar.
8-Liberad a Willy...

Luego mandó muchos saludos a todos y dijo que la vayan a visitar pronto, que ella les hace lugar en la casa, que “le pegan un tubazo” y listo. Y por último, mandó una foto del viernes pasado en un bar de tapas con sus amigas, que dice que son lo más que le pasó en la muerte. Que disculpen que a Scarlett le gusta sentarse sobre la mesa. Yo la verdad que ni idea de qué quiere decir, ni de quién es la junta de este tipa...

(Sauria in the sky with diamonds: Emma, Scarlett, Eva!)

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