crónica de un aburrimiento anunciado
(no estaba muerta, estaba de parranda!)
Y bien, me aburro. Y en mi afán reflexivo (y soberbio!) intento hacer un tratado sociológico al respecto de por qué una mina bastante interactiva (seh, atrás de una computadora, al menos) se aburre en medio de tantas herramientas de web 2.0, pero la verdad que me aburro de solo intentarlo. Porque es cierto que las comunidades de blogs, youtube, twitters, podcast, etc. etc son muy poderosas e infinitas las posibilidades de descubrir y explorar y subir y bajar y bla bla bla... pero lo cierto es que me aburro. Nada me sorprende, nada me motiva, quizás sea el fin del fin, el fin de todos los blogs del mundo? Quizás deba esperar una nueva generación onanista de internet? ya ni ganas de bajarme música me queda, ni de leer el diario de mongolia ni de seguir pagando la promo de arnet de banda ancha...
Acá en Yendo ya escribí sobre mí, sobre mi ex, sobre amigos y amantes, sobre ataques de bovarismo, aventuras heroicas, sobre mis gatas, puse reflexiones sociológicas, psicológicas, noticias de actualidad, críticas de cine, críticas de arte, poesía, cosas más o menos graciosas, escenas de la vida cotidiana, burdos fotomontajes, acontecimientos históricos, recetas culinarias, crítica a otros blogs, listas del supermercado, cosas de la familia, cosas del trabajo, cosas del transporte público de pasajeros y de reses al matadero, anécdotas de encuentros cercanos del tercer tipo (y del primero y del segundo también), lo cierto es que postié muchas letras, postié podcast postié youtubes postié twitters y finalmente todo concluye: ME ABURRO.
Me aburro también de leer otros blogs, salvo algunos contados con los dedos de ¿media? mano, si vale como parámetro de medida (confieso, lo leo a Juan y a Gen). Me aburre leerlos, gente, me aburren las noticias tecnológicas, me aburre el humor escatológico, me aburren con sus encuentros en la facu en el bar en la casa, me aburro de leer las peleas con el novio/a, con la hermana/o, me aburro de las aventuras eróticas con los amantes, de la flaca que se garcharon en el baile, me aburro de las reflexiones literarias, me aburro de las aventuras del trabajo, de la calle, del berrinche del perro. Y además, disculpen que se los diga asi de una, yo no seré ninguna Jorgeluisa ni mucho menos, pero muchos no saben ni escribir! En serio, todo bien con los intentos más o menos prolijos pero falta, falta lectura, falta que se sienten a leer libros en vez de blogs, y algunos/as ni esos los salva. Obvio que lo digo desde mi escritura recontrachota inspirada en largas horas atrás de la tele, eeeehhh... Hay personas que no tenemos virtud para esto, es asi, pero hay que esmerarse. Por ejemplo, los que quieren escribir libros, que escriban libros, que no es lo mismo que escribir blogs, la escritura para el papel es distinta que para la net y de última uno puede limpiarse el culo si no sirve; los que quieren escribir blogs, agarren un manual de usabilidad web, mínimo. Hay que esforzarse, gente, no queda otra...
Bueno, eso, que me tomo el palo. Capaz que indague en otras cuestiones, estaba pensando en un vlog (asi, video-blog) pero no sé. Si se me ocurre algo, vuelvo y aviso por si algun osado valiente se anima a ver mis videos sin caer muerto del aburrimiento. Y no, no me preocupo, no dejo viudas/os ni hijas/os de Yendo, y si así lo hiciera, regoncínjese el alma con el cadaver exquisito, casi 4 años de darle masa al teclado. Sí, me refiero al archivo, al archivo de Yendo, hay cosas bien pulentas por ahí.
Backstage
Ma sí, de pura vanidosa, un video mío, made in hospital Centenario, para que vean que estoy bieeeen vacunada contra las malas lenguas (y contra los pelotudos!):
Momento crucial de la vacunación
(escuchen el berrinche, dios)
Y eso, gente, que ya salgo para la praia nuevamente pero no me quería ir sin antes despedirme, decirles que pasen unas bonitas fiestas sin ataques de pánico ni cosas juleras ni retorcimientos poseídos como los de Regan MacNeil de El exorcista, que son cosas que suelen pasar cuando uno toma demasiado. Una cosa tranqui, eso.
Ah, y quiero agradecer especialmente a Gen71 que le estuvo dando con el pulmotor al blog, un amor el pibe; y al Lobo que hizo los dibujos, y confieso, me regaló el título por allá en el inicio. Y a todos/as los que me leen, aunque lo hagan por RSS y no cuenten visitas, je...
Bueno, mucho no me gustan las despedidas, es más, creo que nunca me despedí de nada en la vida por eso vivo acumulando cosas, pero esta vez haré la ostentosa excepeción: ahí va: Arrivederci e buona fortuna! chaucito!