buenos aires
Y la chica se fue y se llevó los cigarrillos. Se los llevó al tacho de basura, con los 3 o 4 dentro del paquete, a la bolsa, al tacho, junto con otras mugres que invadían la casa que no se limpiaba hasta reconocer su propio olor, y del tacho de basura al contenedor azul en la puerta del edificio.
Pero bué, tantos nuevos aires, fríos aires, recital de Cerati y algunas cositas atoradas en la garganta que cof cof, cosas atoradas que las estamos disolviendo con amor y cariño, con la piba que volvió que me quiere mucho y que está haciendo un buen trabajo, pero así y todo, me engripé, qué va a ser.
Mi cuerpecito sabe que hay restos molestos de porquerías adentro de los bronquios que pitaron pitaron pitaron, 1, 2, 3, 5, 1000 malditos angustiantes cigarrillos nicotínicos sucios, angustiante autoflagelo de 6 meses interminables contados en cada lindero, en cada hebra (anoche soñé con Vallejo!), tan estímulo condicionado del dolor que no puedo ni olerlos y que todavía algo en los bronquios, en el catarro que me despierta a la noche, que la chica que volvió y me sacó la angustia, la fóbica espera en la cama en la casa y que me está dando tiempo para curarme. Y que me sacó la fóbica espera la fóbica angustia de la enfermedad, porque esta enfermedad no es como las otras que tuve, esta enfermedad limpia, expulsa, exonera, ¡¡buenos aires!! Esta enfermedad me promete renovado aire, la chica nueva me da tiempo para curarme y todo.
Y los sueños... la chica nueva me hace recordar los sueños que necesito tanto recordar, que hacía tanto que la cabeza tapada que la noche oscura apretada cerrando fuerte los ojos y no recordar nada al día siguiente, ahora recuerdo los sueños. Ayer soñé con mi abuelo, mi abuelo con dos diamantes pequeños bajo los ojos, mi abuelo muerto jubilado del frigorífrico swift en el sur de zona sur con sus manos tan ásperas tan grandes de obrero, con diamantes en los ojos que me regalaba y me decía algo pausado, pausado silencio como todo él. Y anoche, anoche antes de la tos soñé que alguien me regalaba en una publicidad en una letra chica, en la letra chica contractual promoción válida sin obligación de compra de una publicidad, me regalaba un poema de Cesar Vallejo.
Pero bué, tantos nuevos aires, fríos aires, recital de Cerati y algunas cositas atoradas en la garganta que cof cof, cosas atoradas que las estamos disolviendo con amor y cariño, con la piba que volvió que me quiere mucho y que está haciendo un buen trabajo, pero así y todo, me engripé, qué va a ser.
Mi cuerpecito sabe que hay restos molestos de porquerías adentro de los bronquios que pitaron pitaron pitaron, 1, 2, 3, 5, 1000 malditos angustiantes cigarrillos nicotínicos sucios, angustiante autoflagelo de 6 meses interminables contados en cada lindero, en cada hebra (anoche soñé con Vallejo!), tan estímulo condicionado del dolor que no puedo ni olerlos y que todavía algo en los bronquios, en el catarro que me despierta a la noche, que la chica que volvió y me sacó la angustia, la fóbica espera en la cama en la casa y que me está dando tiempo para curarme. Y que me sacó la fóbica espera la fóbica angustia de la enfermedad, porque esta enfermedad no es como las otras que tuve, esta enfermedad limpia, expulsa, exonera, ¡¡buenos aires!! Esta enfermedad me promete renovado aire, la chica nueva me da tiempo para curarme y todo.
Y los sueños... la chica nueva me hace recordar los sueños que necesito tanto recordar, que hacía tanto que la cabeza tapada que la noche oscura apretada cerrando fuerte los ojos y no recordar nada al día siguiente, ahora recuerdo los sueños. Ayer soñé con mi abuelo, mi abuelo con dos diamantes pequeños bajo los ojos, mi abuelo muerto jubilado del frigorífrico swift en el sur de zona sur con sus manos tan ásperas tan grandes de obrero, con diamantes en los ojos que me regalaba y me decía algo pausado, pausado silencio como todo él. Y anoche, anoche antes de la tos soñé que alguien me regalaba en una publicidad en una letra chica, en la letra chica contractual promoción válida sin obligación de compra de una publicidad, me regalaba un poema de Cesar Vallejo.
Etiquetas: monólogos
2 Comentarios:
A la/s 6/11/2007 3:11 p. m., Anónimo dijo...
me gusta, me gusta, me gusta, me gustan las dos.... yotengo uno por ahí que está por salir, le aseguro sauria que poco a poco lo vamos a conseguir,. un besom dos en realidad, Romualdo
A la/s 6/11/2007 7:53 p. m., sauria es una mutante! dijo...
Rómulo sin remo ni timón, busque, busque y encuentre. Yo mucho no le creo, pero le deseo lo mejor, ooobvio.
Besos
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