revisación médica
-Rex, Sauria...
-Sí, soy yo
-Adelante
-Hola, qué tal, vine porque...
-Abra la boca. Cierre. Respire. Mueva la pata. Deme el brazo. Listo, fuera
-pero yo...
-Fuera, dije! El que sigue!
Y asi me pasé esta mañana por casi 3 horas en la revisación médica ocupacional que estoy debiendo desde hace unos meses. Como una gran bolsa de papas inerte corriendo en una cinta transportadora, me pasearon por el clínico (el tatuaje es un "problema de la piel" para su estúpido cuestionario), la cardióloga (pensé que iba a electrocutarme, pero sólo me hizo el electrocardiograma más veloz sobre la faz del planeta), la fonoaudióloga (audiometría, levantá la pata cuando escuchés "pip"), la bioquímica (pinche, sangre, muestra de orina), el radiólogo (mirá para arriba, mirá para abajo, quieta no respires, respirá).
Para cuando llegó el turno del psicólogo yo ya tenía una furia incontenible del manoseo acontecido. Pensé que no iba a zafar, tentada a arremeter con el atroz discurso: "para quéééé! para qué tanto lío por este trabajo de mierda, no me tocan más un pelo, si el riesgo laboral más grande que corro es que me se caiga el puto libro de Medicina Interna de 4 toneladas y media en la nuca y me muera para siempre! otra que terribles músculos voy a desarrollar de tanto acarrear esas basuras de cientificos locos, no sé a quién se le puede ocurrir estudiar tremendas estupideces intrascendentes de la vida microscópica y yoooo, yo no hago más que facilitarle el material que fagocitarán con revulsivo placer de bacterias, parásitos y deformidades genéticas que eso es lo que soooonnnn!!!" Pero no, finalmente nada de eso pasó. Respiré hondo, me mordí la lengua y le conté al psicólogo acerca de mi maravillosa increíble vida feliz idílica utópica deseando que se avivara, que se avivaraaaaaaa por favoooorr! que por una cama y un plato de sopa en el Suipacha soy capaz que cometer casi cualquier atrocidad.
APTA. Eso. Me dijeron que soy apta para ser empleada del Estado. Mirá qué linda jodita.... Laputamadrequelosremilparió!!!!
Escuchen esta: le digo a mi compañera la Loren a punto de jubilarse, nomás para pelear: "Callate, Loren, vos me tenés envidia porque yo soy una nena todavia!" y ella que es rápida para los mandados me responde: "aaah siiii, te tengo una enviiiiiidia.... si todavía te faltan como 30 años acá adentro!!"
-Sí, soy yo
-Adelante
-Hola, qué tal, vine porque...
-Abra la boca. Cierre. Respire. Mueva la pata. Deme el brazo. Listo, fuera
-pero yo...
-Fuera, dije! El que sigue!
Y asi me pasé esta mañana por casi 3 horas en la revisación médica ocupacional que estoy debiendo desde hace unos meses. Como una gran bolsa de papas inerte corriendo en una cinta transportadora, me pasearon por el clínico (el tatuaje es un "problema de la piel" para su estúpido cuestionario), la cardióloga (pensé que iba a electrocutarme, pero sólo me hizo el electrocardiograma más veloz sobre la faz del planeta), la fonoaudióloga (audiometría, levantá la pata cuando escuchés "pip"), la bioquímica (pinche, sangre, muestra de orina), el radiólogo (mirá para arriba, mirá para abajo, quieta no respires, respirá).
Para cuando llegó el turno del psicólogo yo ya tenía una furia incontenible del manoseo acontecido. Pensé que no iba a zafar, tentada a arremeter con el atroz discurso: "para quéééé! para qué tanto lío por este trabajo de mierda, no me tocan más un pelo, si el riesgo laboral más grande que corro es que me se caiga el puto libro de Medicina Interna de 4 toneladas y media en la nuca y me muera para siempre! otra que terribles músculos voy a desarrollar de tanto acarrear esas basuras de cientificos locos, no sé a quién se le puede ocurrir estudiar tremendas estupideces intrascendentes de la vida microscópica y yoooo, yo no hago más que facilitarle el material que fagocitarán con revulsivo placer de bacterias, parásitos y deformidades genéticas que eso es lo que soooonnnn!!!" Pero no, finalmente nada de eso pasó. Respiré hondo, me mordí la lengua y le conté al psicólogo acerca de mi maravillosa increíble vida feliz idílica utópica deseando que se avivara, que se avivaraaaaaaa por favoooorr! que por una cama y un plato de sopa en el Suipacha soy capaz que cometer casi cualquier atrocidad.
APTA. Eso. Me dijeron que soy apta para ser empleada del Estado. Mirá qué linda jodita.... Laputamadrequelosremilparió!!!!
Escuchen esta: le digo a mi compañera la Loren a punto de jubilarse, nomás para pelear: "Callate, Loren, vos me tenés envidia porque yo soy una nena todavia!" y ella que es rápida para los mandados me responde: "aaah siiii, te tengo una enviiiiiidia.... si todavía te faltan como 30 años acá adentro!!"
1 Comentarios:
A la/s 5/17/2007 1:33 a. m., euredo dijo...
Bueno, me parece importante esto de que el radiologo se de cuenta solito de que despues de la orden "quieta no respires" debía decir "respirá". Mirá si se olvidaba... lo cual sería posible con tanto trabajo que se tiene en estos tiempos
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