Sra. Ema (primera parte)
"que no se entere, que no se de cuenta, que no me huela, ay, me olvidé la hebilla sobre..." piensa una acalorada Ema que baja corriendo las escaleras abrochándose el último botón de la camisa de la oficina. Va a llegar como 20 minutos tarde y Carlos seguramente la está esperando donde quedaron, barcito de la bajada de calle adoquinada tan montevideano y tan caro, y él que seguro va por su seguno café mientras la espera para elegir esa cortinita que ella tanto insiste en poner en el lavadero porque dice que el vecino, uf, ese vecino tan confianzudo del departamento C, se queda esperando por horas para verla hacer su gracia con los broches, las sogas y los roces de la tela húmeda. Apenas pueda, apenas tenga la oportunidad y las cosas se serenen un poco con Carlos -menos salidas, menos corridas- propondrá mudarse de edificio y lo logrará cueste lo que cueste, ya estuvo pispeando algunos carteles de "se alquila" por el barrio. Quizás algo un poco más grande, quizás un departamento antiguo con un vestidor lleno de espejos como ella siempre soñó de chiquita, porque ahora, no puede ser, pararse en puntas de pie para llegar sobre la bacha, para ver si el pantalón le hace justicia a esas horas de gimnasia en camas movedizas (pilates y/u otras de sábanas ajenas, prestadas en el depto de su amiga que viaja toda la semana, de telos en Pichincha, de alguna que otra escapadita de fin de semana de la "tía Coca" en Pergamino).
Toma un taxi, aun siente el cuerpo estertórico pero está fastidiosa, una vez más vuelve a su cabeza esa idea que tiene desde hace una semana: este pibe, Rodolfo, después de todo la ha estafado en su buena fé, qué desilusión más grande, tan seductor, tanta histeria, tanto subir la temperatura para siempre quedarse a mitad de camino, para que sus encuentros tengan la intensidad de dos estresados oficinistas con más ansias de encontrarse en un chat que en la cama. Se pregunta, por supuesto, si valen la pena tantas corridas, misterios y escondidas para esto tan... aburrido. Y no puede dejar de quejarse de su suerte: una vez que se anima, con lo que cuesta animarse, y resulta que, finalmente, hubiera preferido tirarse en sillón para leer a Cortazar sin entenderlo del todo pero que al menos la pasea por las calles y nieblas parisinas...
(esta historia continuará...)
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Amigos/as, les cuento: trato de escribir una historia, porque vieron que yo siempre escribo crónicas y/u cosas más o menos personales (¡pero todo es literatura, eh!) y en estos momentos estoy tratando de hacer el ejercicio de salir de la "1º persona" y pasar a ser relatora, bueno, una relatora un tanto particular, pero que al menos deja de "morfarse" a sus personajes. Iba a terminarla y publicar, pero llegué hasta acá y no me aguanté la ansiedad... así que digan qué les parece hasta ahora lo que leen, eh eh eh, no me obliguen a empastillarme y morir achicharrada tras el monitor, esperando algun comment... (se aceptan opciones de "nudo y descenlace"). Gracias por la atención a la catarsis de la escritora iniciada (ay, cómo me cuesta esto!)
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Ta bien, leo y releo y esto es un asco. Me aburro de sólo leer lo que escribo. Ema no me sale en tercera! mierda!
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Guarda, igual, tengo pensada más o menos la trama, porque el tal Carlos que se hace el marido engañado bien que se las trae (nah, esto está lejos de ser "matrimonios y algo más", esto perfila más bien en la bovariedad-bovina-intrascendente de las vidas aburridas) (nah, esto está lejos de ser Onetti, el sí que sabe aburrir con las vidas intrascendentes, por cierto, ahora creo que Onetti es realmente muy bueno aburriéndome) (con esta tesitura no voy a poder escribir ni 5 renglones, por qué me condicionan eeeeehhh!!)
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Ta bien, lo admito sin pudor: estoy participando de un grupo literario que me está pautando la escritura, a ver si podemos sacar algo bueno de tantos años dándole duro al teclado. Al menos el grupete literario me divierte, que no es poco. Já.
Toma un taxi, aun siente el cuerpo estertórico pero está fastidiosa, una vez más vuelve a su cabeza esa idea que tiene desde hace una semana: este pibe, Rodolfo, después de todo la ha estafado en su buena fé, qué desilusión más grande, tan seductor, tanta histeria, tanto subir la temperatura para siempre quedarse a mitad de camino, para que sus encuentros tengan la intensidad de dos estresados oficinistas con más ansias de encontrarse en un chat que en la cama. Se pregunta, por supuesto, si valen la pena tantas corridas, misterios y escondidas para esto tan... aburrido. Y no puede dejar de quejarse de su suerte: una vez que se anima, con lo que cuesta animarse, y resulta que, finalmente, hubiera preferido tirarse en sillón para leer a Cortazar sin entenderlo del todo pero que al menos la pasea por las calles y nieblas parisinas...
(esta historia continuará...)
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Amigos/as, les cuento: trato de escribir una historia, porque vieron que yo siempre escribo crónicas y/u cosas más o menos personales (¡pero todo es literatura, eh!) y en estos momentos estoy tratando de hacer el ejercicio de salir de la "1º persona" y pasar a ser relatora, bueno, una relatora un tanto particular, pero que al menos deja de "morfarse" a sus personajes. Iba a terminarla y publicar, pero llegué hasta acá y no me aguanté la ansiedad... así que digan qué les parece hasta ahora lo que leen, eh eh eh, no me obliguen a empastillarme y morir achicharrada tras el monitor, esperando algun comment... (se aceptan opciones de "nudo y descenlace"). Gracias por la atención a la catarsis de la escritora iniciada (ay, cómo me cuesta esto!)
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Ta bien, leo y releo y esto es un asco. Me aburro de sólo leer lo que escribo. Ema no me sale en tercera! mierda!
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Guarda, igual, tengo pensada más o menos la trama, porque el tal Carlos que se hace el marido engañado bien que se las trae (nah, esto está lejos de ser "matrimonios y algo más", esto perfila más bien en la bovariedad-bovina-intrascendente de las vidas aburridas) (nah, esto está lejos de ser Onetti, el sí que sabe aburrir con las vidas intrascendentes, por cierto, ahora creo que Onetti es realmente muy bueno aburriéndome) (con esta tesitura no voy a poder escribir ni 5 renglones, por qué me condicionan eeeeehhh!!)
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Ta bien, lo admito sin pudor: estoy participando de un grupo literario que me está pautando la escritura, a ver si podemos sacar algo bueno de tantos años dándole duro al teclado. Al menos el grupete literario me divierte, que no es poco. Já.
Etiquetas: bovarismo, demasiado ego, literatura
3 Comentarios:
A la/s 4/24/2007 5:15 a. m., Natán dijo...
Está bonito. Tenés una forma prolija de contar las cosas (durante la historia).
No te pienso sugerir ningun nudo o desenlace ni nada...
Saludos!
Natán
A la/s 4/24/2007 12:22 p. m., gen71 dijo...
Muy bueno amiga, a mi no me aburrió.
Acá me quedo sentado esperando lo que sigue.
Besos.
A la/s 4/26/2007 11:56 p. m., Anónimo dijo...
me encanto. Lastima que hay que esperar tu regreso para saber como sigue. engancha realmente. sin sugerencias, vos lo empezaste, vos dale forma. es como un hijo.
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