ardientes
Ay qué calentito que tengo el cuerpo, estoy que ardo, mamita, cuánto deseo, cuánta pasión, qué hermosos destellos luminosos fulgurantes estertóricos extasiados, ay ay ay! que calor abrasador que me invade... snif snif... ¡¡qué olor a quemado!! Ay ay ay! ay la puta madre que me estoy chamuscando, aaayyy! Agua aguaaaa aguuuaaaaayyyyyy....
Así es, amigos/as, este año como en los anteriores desde que tengo uso (¿?) de razón (¿?) no pienso perderme la fogata de San Pedro y San Pablo, que tantos años organizó la Escuela de Arte Municipal (La Musto, qué tanto) allá en mi rioba en el corazón de Saladillo. Nos pasábamos semanas enteras armando muñecos gigantes de papel, y colgábamos de ellos todo lo malo: almanaques viejos, fotos de suegras, de ex novios, medias medallitas, contratos de alquiler, impuestos vencidos, poemitas malparidos, facturas del telo, discos de drexler, y todas otras que cosas que dan chuchis mala espina nostalgia cosa fea.
Y el 29 de junio al atardecer, el carnaval se armaba en la puerta de la Musto calle cortada: muñecos gigantes empalados, muñecos más chicos, murga, gritos exorcizantes, son de tambores, ritual pagano y caminábamos escasas cuadras hasta el Parque Sur, más exactamente en Av. Argentina y Andes, y ahí al lado del arroyo Saladillo, amontonábamos los bichos y trastos y recuerdos y todos gritábamos de euforia antes las primeras llamaradas que se devoraban monstruomorfoseaban derretían deformaban los pobres muñecos mensajeros de tanta mala onda. Un poco de pena daba, uno ya se encariñaba de tanto empapelar y plasticolear al muñeco, pero bué, el resultado era mucho mejor de lo esperado. Mucho mejor que andar llorando en las fuentecitas tirando monedas al agua ("quiero olvidarme de fulanito", "quiero dejar de usar este collar isabelino", "quiero aflojarme el bozal"), porque el poder del fuego es mucho más eficaz: fulanito se retuerce entre las llamas, reboleás el collar isabelino a la mierda y decís que no vas a dejar que nadie más en tu vida te meta un velador por el orto, ahí mismo te sacás el bozal cual acto libertario y entrás a aullar y ladrar feliz a la luna y al fuego irradiante (y tarasconeás al vecino, ya que estás).
Y eso, eso voy a hacer este año nuevamente. Así que los que se portaron malitos conmigo, andensén con el matafuegos cerquita por las dudas, los que se portaron re bien conmigo no tienen nada que temer, obvio.
Este año la cita es el viernes 29 de junio a las 18 hs en el Monumento concentrando muñecos, y las 19 hs. comienza la Fogata frente al galpón 17. (seh, seh, maldito año electoral, la municipalidad capitaliza hasta las fiestas barriales)
(Esto no es vudú. Pero qué ganitas eeeehh...)
Así es, amigos/as, este año como en los anteriores desde que tengo uso (¿?) de razón (¿?) no pienso perderme la fogata de San Pedro y San Pablo, que tantos años organizó la Escuela de Arte Municipal (La Musto, qué tanto) allá en mi rioba en el corazón de Saladillo. Nos pasábamos semanas enteras armando muñecos gigantes de papel, y colgábamos de ellos todo lo malo: almanaques viejos, fotos de suegras, de ex novios, medias medallitas, contratos de alquiler, impuestos vencidos, poemitas malparidos, facturas del telo, discos de drexler, y todas otras que cosas que dan chuchis mala espina nostalgia cosa fea.
Y el 29 de junio al atardecer, el carnaval se armaba en la puerta de la Musto calle cortada: muñecos gigantes empalados, muñecos más chicos, murga, gritos exorcizantes, son de tambores, ritual pagano y caminábamos escasas cuadras hasta el Parque Sur, más exactamente en Av. Argentina y Andes, y ahí al lado del arroyo Saladillo, amontonábamos los bichos y trastos y recuerdos y todos gritábamos de euforia antes las primeras llamaradas que se devoraban monstruomorfoseaban derretían deformaban los pobres muñecos mensajeros de tanta mala onda. Un poco de pena daba, uno ya se encariñaba de tanto empapelar y plasticolear al muñeco, pero bué, el resultado era mucho mejor de lo esperado. Mucho mejor que andar llorando en las fuentecitas tirando monedas al agua ("quiero olvidarme de fulanito", "quiero dejar de usar este collar isabelino", "quiero aflojarme el bozal"), porque el poder del fuego es mucho más eficaz: fulanito se retuerce entre las llamas, reboleás el collar isabelino a la mierda y decís que no vas a dejar que nadie más en tu vida te meta un velador por el orto, ahí mismo te sacás el bozal cual acto libertario y entrás a aullar y ladrar feliz a la luna y al fuego irradiante (y tarasconeás al vecino, ya que estás).
Y eso, eso voy a hacer este año nuevamente. Así que los que se portaron malitos conmigo, andensén con el matafuegos cerquita por las dudas, los que se portaron re bien conmigo no tienen nada que temer, obvio.
Este año la cita es el viernes 29 de junio a las 18 hs en el Monumento concentrando muñecos, y las 19 hs. comienza la Fogata frente al galpón 17. (seh, seh, maldito año electoral, la municipalidad capitaliza hasta las fiestas barriales)
(Esto no es vudú. Pero qué ganitas eeeehh...)
2 Comentarios:
A la/s 6/26/2007 4:09 p. m., Kely Lenna dijo...
quiero!!!!!!!!!!
...
necesito!!!!!!!!!!!!!
A la/s 6/26/2007 4:30 p. m., sauria es una mutante! dijo...
Hola Ylekiana! busque, busque en su barrio tiene que haber algun grupo fogatero que se reuna los 29 de junio! le digo que la experiencia está güenísima!! besos!
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