misterios de la vida animal

En las escalofriantes imágenes que verán a continuación hay una sauria escondida, escindida, pero que, sin embargo, está implícita en la transformación de la materia llevada a cabo en el transcurso de dos largas horas firme al pie de la tabla.

A ver... (ojo cardíacos, eh)
Evidencia 1


Al cabo de un tiempo no breve:
Evidencia 2


¿Dónde? ¿Dónde está? ¿Qué pasó? ¿Fue magia? ¿Ilusionismo?

Lo que sí hemos encontrado es evidencia, rastros precisos, fidedignos, de la actividad cerebral homérica en el transcurso de ese desfazaje temporal:

(en la tele daban una de terror japonesa)
(si, si, se lo ve espantado, eh, aunque no parezca estaba muy nervioso)

Por esos misterios de la vida animal, apenas Homero salió de su trance japonés empezó a deconstruir, a hechar por tierra, a deshacer, de inmediato y sin pausa, mi hermosa obra minuciosamente neurotizada, GGRRR...


(este post es para que vean que no todo es joda y resaca en el mundo sáurico) (sabés mamá?) (je...)