Underground, de Kusturica

Con el paquete de hortalizas (espinacas, para ser exactos) me fui al videclub a sacar provecho de la promoción de los lunes, martes y miércoles. Total, gracias a los artilugios computeriles, copiamos las peliculas y las vemos el fin de semana (tomen, estúpidos mercaderes!). Llego y pregunto a la señorita-lentes-intelectuales: "Hola, estoy buscando Underground de Kusturica" (sí, tengo ganas de verla por 12ava. vez! y qué?) a lo cual la señorita-lentes-intelectuales me mira extrañada, como si fuera pedirle cascotes o una correa para el camello. "Me parece que no está", me dice, mientras teclea con dificultad el nombre k-u-s-t... Ahí nomás ya me dio bronca, primero porque la mina no tiene ni idea, y yo, como bibliotecaria que he sido (tengo un pasado oscuro de estudiante de Letras y bibliotecaria, sepanlón) siempre tenía bien caladitos a los libros grosos grosos en el estante correspondiente, que me llamaban y movian sus lomitos relucientes y todas las mañanas cuando abría las puertas me aseguraba que estuvieran ahí y los cuidaba con recelo si alguien les pasaba cerca (nunca se los llevaba nadie para leer, las multitudes pedían Bucays, puaj, los grosos eran míos, sólo míos!). Y esa es la actitud que yo tendría si trabajara en un videoclub, por más que no use lentes-intelectuales.

La cuestión que me quedé con las ganas. Les dije "Lo mal que hacen si no la van a traer a esa película, já!" y me fui, pero antes, a modo de revancha, me alquilé Good bye Lennin, y El niño, películas ambas que quería ver desde hacía rato.

Por cierto, en estas épocas que corren, les recomiendo, una vez más, "L'ennui" de Cedric Kahn, esa película es visionaria en mi vida.