Conoce a tus ídolos (1)
"Rebelión en la granja!!"
Así es, en este fin de semana se llevó a cabo una reunión cumbre de la blogosfera argentina (faaaa!!!). Por motivos laborales tuve que trasladarme a la ciudad capitalina, que luego de ofrecerme su magnánima vista del obelisco (¿?) guardaba la mejor de sus atracciones turísticas: el habitáculo de la flia toroylekiana. O ylekotoriana, como prefieran...
Una vez salida de una reunioncita en barrio Belgrano (ah, sí, qué chic) traslademe junto al Homero por todos conocidos, con bártulos, bolsos y pieses cansados, por una tumultuosa avenida porteña, sin poder dar, finalmente, con el 42 que llega a Caballito. Le pregunté a un kioskero-revistero: "señor, por dónde pasa el 42", a lo que el buen hombre señaló con determinación: "5 cuadras para adelante" y ahí comenzamos la peregrinación. Llegados al punto neurálgico, inquirimos a otro kioskero-revistero, que nos desvió 9 cuadras a estribor. Ni modo, paramos un taxi sin más remedio, con las lastimosas patas y lomos latientes de cansancio.
Y allá fuimos, puntuales y con las manos vacías. Lo valiente no quita lo cortés. Y tocamos timbre y ahí salió el Toro, blanco radiante, con su característico bronceado de rayos catódicos que hemos visto en reiterados píxeles, y con una amplia sonrisa preguntamos "eh, acá era que ofrecían cucha y comida?", a lo cual, perplejo y asustado, asintió timidamente con la cabeza. Já, invasores nosotros? claro, y a buena honra.
Al entrar al habitáculo, dimos con la sra ylekiana, la zoila para los amigos, con el pequeño lechulín en paños menores. Saludamos cortesmente y acto seguido, comenzamos con el saqueo sistemático de la heladera, ya sea bebestibles, ya sea comestibles de todos los colores, que fueron proporcionados amablemente por los patrones.
Más tarde, al caer la tarde y caer la lluvia torrentosa, apareció entre las sombras de la jungla citadina, el sr. monosabio con su pequeño pollosan en edad escolar, con sus tangran y muñecos articulados al caso, y una vez más las bandejas y los vasos se llenaron con amistosa generosidad. Y así pasó la tarde, charlando en la granja, que la jungla sea unida, mezclando raros elixires: mate frío con cerveza, cerveza con sanguchitos, gaseosa con cerveza, cerveza con cerveza (ese fue el toro, que de zonzo no tiene nada)
En fin, una vez arrasada la paciencia de los anfitriones y con las formalidades del caso, nos despedimos rumbo a un cálido lugar en el cual desmayarnos.
Y ese fue mi paso por el zoo este fin de semana, donde me enamoré completamente de mis cocyberterráneos, que fueron muy amables y graciosos y cariñosos y cálidos, el zoilo y la zoila y la progenie en sus extensas hectáreas campestres, el mono y el pollo y las voces extrañas con las que se comunican entre sí y bueno... la foto del cruento evento:
Quedará, sin dudas ni remedio posible, para la posteridad, el ansiado encuentro con Luis Beltrán, el Blogudo y algunos especímenes más...
Así es, en este fin de semana se llevó a cabo una reunión cumbre de la blogosfera argentina (faaaa!!!). Por motivos laborales tuve que trasladarme a la ciudad capitalina, que luego de ofrecerme su magnánima vista del obelisco (¿?) guardaba la mejor de sus atracciones turísticas: el habitáculo de la flia toroylekiana. O ylekotoriana, como prefieran...
Una vez salida de una reunioncita en barrio Belgrano (ah, sí, qué chic) traslademe junto al Homero por todos conocidos, con bártulos, bolsos y pieses cansados, por una tumultuosa avenida porteña, sin poder dar, finalmente, con el 42 que llega a Caballito. Le pregunté a un kioskero-revistero: "señor, por dónde pasa el 42", a lo que el buen hombre señaló con determinación: "5 cuadras para adelante" y ahí comenzamos la peregrinación. Llegados al punto neurálgico, inquirimos a otro kioskero-revistero, que nos desvió 9 cuadras a estribor. Ni modo, paramos un taxi sin más remedio, con las lastimosas patas y lomos latientes de cansancio.
Y allá fuimos, puntuales y con las manos vacías. Lo valiente no quita lo cortés. Y tocamos timbre y ahí salió el Toro, blanco radiante, con su característico bronceado de rayos catódicos que hemos visto en reiterados píxeles, y con una amplia sonrisa preguntamos "eh, acá era que ofrecían cucha y comida?", a lo cual, perplejo y asustado, asintió timidamente con la cabeza. Já, invasores nosotros? claro, y a buena honra.
Al entrar al habitáculo, dimos con la sra ylekiana, la zoila para los amigos, con el pequeño lechulín en paños menores. Saludamos cortesmente y acto seguido, comenzamos con el saqueo sistemático de la heladera, ya sea bebestibles, ya sea comestibles de todos los colores, que fueron proporcionados amablemente por los patrones.
Más tarde, al caer la tarde y caer la lluvia torrentosa, apareció entre las sombras de la jungla citadina, el sr. monosabio con su pequeño pollosan en edad escolar, con sus tangran y muñecos articulados al caso, y una vez más las bandejas y los vasos se llenaron con amistosa generosidad. Y así pasó la tarde, charlando en la granja, que la jungla sea unida, mezclando raros elixires: mate frío con cerveza, cerveza con sanguchitos, gaseosa con cerveza, cerveza con cerveza (ese fue el toro, que de zonzo no tiene nada)
En fin, una vez arrasada la paciencia de los anfitriones y con las formalidades del caso, nos despedimos rumbo a un cálido lugar en el cual desmayarnos.
Y ese fue mi paso por el zoo este fin de semana, donde me enamoré completamente de mis cocyberterráneos, que fueron muy amables y graciosos y cariñosos y cálidos, el zoilo y la zoila y la progenie en sus extensas hectáreas campestres, el mono y el pollo y las voces extrañas con las que se comunican entre sí y bueno... la foto del cruento evento:
Quedará, sin dudas ni remedio posible, para la posteridad, el ansiado encuentro con Luis Beltrán, el Blogudo y algunos especímenes más...
Etiquetas: amistades, conoce a tus ídolos, online
8 Comentarios:
A la/s 9/05/2006 11:31 p. m., Luis dijo...
Más le vale doña sauria!
No vuelve a pisar BA sin pasar por mi casa! :P
Un beso y te tomo la palabra eh!
A la/s 9/06/2006 8:40 a. m., sauria es una mutante! dijo...
más bien, don Luis!!!!
tengo muchas ganas de conocerlo! pasa que para ud. quería ponerme linda y luego de viajar toda la noche, la cara mucho no me daba, jeje...
besos besos, nos vemos en la proxima! (dentro de poco, eh)
A la/s 9/06/2006 2:17 p. m., Kely Lenna dijo...
fue un cacho de placer enoooooooooooorme conocerte en 3D
vení más seguido, che! tipo una vez por semana estaría bien
sos mucho más cálida, buena onda, inteligente, linda, cositas y más cositas de lo que imaginaba, y eso que imaginaba que eras muuuuuuuy cálida, buena onda, inteligente, linda, cositas y más cositas :-D
besooooooooooooos !!!
A la/s 9/06/2006 3:39 p. m., Técnica J dijo...
Si si, estuvo todo muy lindo, que hermosa composición fotográfica que se ha mandado 'ña Saurix. Que práctico que se la pueda franelear tan lindo como lo ha hecho aquí mi mujercita, total el Sr. Homer no lee su blog. ;-b
A la/s 9/06/2006 5:26 p. m., sauria es una mutante! dijo...
ah gracias gracias, que me ruborizo... gracias! lo de inteligente, buena onda, etc etc, entiendan, era una ocasión especial, un caso atípico, con el saurimo bien guardadito che... cuando entremos en confianza ya veremos qué piensan...
a mi me encantó conocerlos, el zoilo y la zoila son mis nuevos ídolos de ahora en más!
besos besos!
A la/s 9/08/2006 2:23 p. m., ckozus dijo...
Que raro... en persona monosabio parece más joven... :S
A la/s 9/08/2006 5:19 p. m., sauria es una mutante! dijo...
en verdad en la foto salió desfavorecido, eso que le hicimos quitar los lentes para que no de el reflejo del fash. Qué va a ser, algunos nacimos para la cámara, otros para hacer monerías :o)
besos!!
A la/s 9/10/2006 10:49 a. m., Anónimo dijo...
Tarde pero seguro es mi lema últimamente ... Aunque hice todo lo posible para llegar temprano, arriar al pollo y transitar con taxi hora pico de viernes es una epopeya. En verdad que estuvo todo muy bueno (pero tuvo gusto a poco :( Claro que la agarramos a Sauria amortiguadita por el viaje y lejos de su filo que se intuye habitual, con sus garritas suaves como en propaganda de detergente con aloe vera.
Eso sí, la próxima vez que se venga se le regala una práctica Guía T con addendum "Cómo tomar el 42 y no morir apretado".
Pollosan quedó encantado completamente por el Zoo y deslumbrado al enterarse de que se encontraba allí a un grado de separación de Alejo y Valentina (ahi justo me enteré de que era fan de Locosarts, plop). Estos encuentros no lineales demuestran que, como dijo Yoda, encontrar podrás si buscar sabes. Besos.
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