yendo los saurios

lunes, 10 de julio de 2006

29.5 la liebre y la tortuga

Sí, siempre creí que era una mina "rápida". Pero no me refiero a la jocosa rapidez que más de uno debe estar pensando, esta convicción de velocidad nada tenía que ver con cuestiones de ropa interior (y de última, este no es el sitio donde deba admitir cierta autocrítica, ja). En difinitiva, siempre creí que era una persona de cierta decisividad (?), de cierta celeridad a la hora de definir un rumbo. Pero no, qué equivocada estaba... Algunos años de terapia demuestran todo lo contrario. Mis procesos son taaan pero taaan lentos, que muchas veces ni siquiera los percibo. Siempre pensé que, gracias a una fama de caracter fuerte, donde ponía el ojo, ponía la bala. Y nada menos cierto. Me di cuenta de que poniendo el ojo, sólo corria el riesgo de quedar tuerta. Más que ojos hay que poner cuerpo, ganas, dale que te dale, ojos y anteojeras y bolillas de vidrio pintado.

Hace un tiempo hice una lista de cosas pendientes. La colgué en el placard, en el enorme espejo que cuelga de una puerta del placard. Como título: "Esta semana", aquí algunos items:
* Levantarme temprano (8 hs)
* Anotarme para hacer gimnasia o natación
* Comer más sano, más tranqui, más verduras, más frutas, menos porquerías
* No faltar a la facultad
* Leer más para la facultad o por placer
* Usar menos la computadora
* No trabajar más gratis para nadie. Ahora no puedo hacerlo. Organizar el laburo para no tener que trabajar en casa.
* No pelear con Homero, tener más paciencia, negociar mejor.
* Saliar a caminar cuando estoy en casa y no tengo nada que hacer
* Ir al ginecólogo, oftalmólogo y clínico
* Tratar de vestirme mejor y arreglarme más
* Pensar en positivo

Lo curioso de esto es el título: "Esta semana". La liebre desafía la leyes del tiempo y del espacio, para despues echarse a dormir la siesta. Ilusa yo, con mi virtuosidad de "chica rápida" perdida para siempre, me doy cuenta de que el plan se está extendiendo mucho más allá de una semana. Quizás varios meses... Pero la doma, ha comenzado. Antes, defraudada, harto ansiosa, hubiera arrancado el papel a lágrima viva, al mejor estilo María la del barrio, o alguna de esas, despechada al borde del suicido. Pero no... esta vez no. Esta vez miro de reojo al papel traidor, que está ahí quietecito con su fibra acusadora, lo miro mientras voy tachando los puntos pendientes, cada trazo como una estocada mortal, a ver quién gana la carrera, infame animal que ni de puchero servís, felicitaciones de la psicóloga mediante...

Etiquetas: ,

2 Comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]

<< Página Principal