existen de verdad

Ayer estuve con mi papá, perdida sin rumbo, en la Expochacra en Pergamino. Nunca había ido a un evento de estos, están buenos para ir a conocer y pasar un día diferente (lleven gorra, anteojos y bronceador, la gente de ciudad no está acostumbrada a estas peripecias a campo abierto, snif). La cuestión que anduvimos por las callecitas de la gigantesca Expo plagada de banderas, banderines y banderolas, recepcionando todo aquello que las generosas promotoras nos quisieran entregar: folletos, bolsas, bolsas muy lindas, bolsitas con manijas, bolsitas multicolores, bolsas reforzadas, biromes, mazos de cartas, sombreros no conseguimos.

Mi viejo me explicó algunas cosas de las cosechadoras y las sembradoras, rememorando sus tiempos de contador recién recibido laburando para la federación agraria. Luego me señaló: "hija, esto es una planta de soja", "hija, esto es una planta de trigo", "hija, esto es un girasol y aquello un maíz" y yo contemplaba boquiabierta aquellas obras de la naturaleza que suelo comer a diario y que desconocía su apariencia original más allá del paquete o de la botella. Por supuesto, me traje una muestrita de todas aquellas maravillas, con las que ahora la Mini juega feliz.