yendo los saurios

miércoles, 22 de febrero de 2006

zona de riesgo

Seguimos en tren gatuno. Ahora con la pronta extinción de la Mini, el día que salte al vacío para atrapar un coche de la 122 o quizás alguna paloma en la cornisa. Ya dijimos con Homero, más vale que no se caiga porque NO empeñaremos las joyas de la abuela para recauchutarla, eeeehhh!!!

Por cierto, si alguien sabe qué hacer para evitar este tipo de situaciones, que avise...

Acá la señorita en el umbral de la ventana. Unos centímetros adelante y 3 pisos más abajo, la dura vereda de asfalto.


Ah, los balcones... Acá no tenemos fotos de ella porque cuando anda por el balcón se te hiela la sangre. Camina del LADO DE AFUERA de la baranda y a veces, cuando saca a relucir su veta circense, también camina por la baranda misma. Y mira para abajo con seriedad, eso sí...
Por supuesto que con mucha agilidad, pasa de balcón a balcón como si nada (son 3 balcones)

Más vale que no venga ni una brisita... ni que se cruce ninguna paloma en su camino...

4 Comentarios:

  • A la/s 2/22/2006 12:15 p. m., Blogger Chiru dijo...

    son gatos, pero te aseguro que no son boludos. Es dificil (pero no imposible) que se caigan.
    Uno de los míos ha quedado colgando de la baranda varias veces cuando vivíamos en un tercer piso, una vez se cayó... por mi culpa, al querer sacarlo lo asusté... por suerte cayó sobre el pasto, y siguió su camino lo más pancho.

    No pensaron en una red protectora de balcones? Hay que tratarlos como a los bebés ;)

     
  • A la/s 2/27/2006 12:26 a. m., Blogger guilloip dijo...

    Mis viejos slian tener en BsAs una gata que por costumbre tenía venir corriendo y saltar sobre una delgada barandita de un balcón, similar a las barandas metálicas que mostras en tus fotos.

    Era muy habil para parase sobre la superficies curvas de esas barandas, el problema es que nosabia mucho sobre como el coeficiente de roce entre la baranda y sus patitas con el agua de la lluvia, y fue así que cuatro veces cayó de un 4to piso. La pobrecita estaba cada vez más chata y acariciarla en su espaldita era como acariciar la espalda de un cocodrilo por la cantidad de protuberancias.

    Cansados de sus intentos suicidas, mis padres me la mandaron en JetCat a Tucumán, adonde se crió hasta que una vecina, cansada de que le defeque en su cama, decidió cerrar el libro de su historia. Se llamaba Michi pero le gustaba que la llamen Michelina para darse aire de su alcurnia.

     
  • A la/s 2/27/2006 2:13 p. m., Anonymous Anónimo dijo...

    yo ni idea che, me dedico al área perruna, pero pattyce tiene todo un sistema de protección de balcones puesto en su depto, exclusivamente para los gatos, que incluye un cerramiento enrejado completito, con techo y todo

     
  • A la/s 3/05/2006 6:37 a. m., Blogger Noe dijo...

    Se me helo el corazón de imaginarla saltando de balcón en balcón!

     

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