crónica de un domingo anunciado

Todavía tengo hinchadas "las patas" de toda la cumbia (malditos Liso y Santi poniendo música) que bailamos anoche en el cumple de la organización (este link está mejor) donde trabajo. Para cuando llegó el ska yo ya no podía ni caminar, todo por hacerme la canchera y reemplazar mis adidas fluo por tacos altos. Lo bueno de vestirme bien cada tanto es que la gente no me reconocía, las personas que vienen al taller (mis "alumnos/as") me dijeron "ay, qué linda que estás, qué elegancia, estás re diferente, nada que ver con los días lunes" (y no, y menos con un lunes) y un amigo del Lugro me dijo con estupefacción mientras se acomodaba los "culo de botella" (já): "vos...... maquillada!" como si estuviera viendo a un fantasma (maquillado, claro). En fin, la cuestión es que todavía tengo las patas hinchadas, porque el baile fue lo de menos, el baile baile lo venimos teniendo desde hace 1 mes, que estamos organizando esto y la edición del libro que presentamos anoche (ya linkearé cuando haya algo en internet) (con ivank nos arrepentimos de no habernos puesto en los créditos del libro como diagramadores y diseñadores, GRRR... estúpida humildad, con lo que nos costó parir ese libro de 280 páginas). Bueno, así llegamos al domingo, punto uno: las patas hinchadas, el lomo encorvado, la gargante reseca, me duelen hasta los pelos...
Esta mañana Homero partió raudamente hacia un paraje desconocido donde supo habitar en su infancia (San Nicolás) con la promesa de no retornar jamás y le tomé la palabra (nah! todavía no es pa' tanto, pero no pierdo las esperanzas) así que sola y con hambruna, pienso visitar mi casa materna y paterna como para inyectarme mi dosis semanal de rompebolismo materno-paterno y luego volveré a dormir una merecida siesta con el murmullo de la muchachada que comienza a bajar por la calle Rioja (leáse: gritos, autos, botellas rodando, aceleres de motos, "vamo' la acadé", etc...) rumbo a la Fiesta de las Colectividades que nos tiene desvelado por estos dias (todo muy caro, ya no se puede comer ni un shawarma ni una tempura sin sentir que te afanan)
Cuando me levante quizás la llame a mi amiga la Fabia que me saca a varear, y quizás con viento a favor me arrastre con mis patas hinchadas en una breve y lamentable caminata por el parque Urquiza mientras lloramos nuestras miserias, Fabia que anda necesitada de cariño y yo que ando necesitada de un homericidio...
Y para culminar la decadencia dominguera, me desplomaré en peso muerto sobre el sillón para soñar con un mundo mejor y posible cuando sintonice en la tele "Extreme makeover" o bien "Chicas plásticas" o bien "The Swan" o bien "Dr. 90210" (a quién, malditos crueles animales salvajes capitalistas consumistas, se le ocurre pasar esos programas los domingos por la noche??? pretenden diezmar a la población a causa de suicidio masivo??)

Y así, termina una larga semana agitada y comienza una nueva con esperadas y renovadas energías (¿¿¿???)

(estoy limadísima, no? yo lo sabía, lo sabía!)