Yendo los Saurios (en colectivo)
La cuestión es que ya sea por trabajo, dinero, amor o salud, paso buena parte de mi día arriba de colectivos de diferentes líneas que surcan los diferentes puntos cardinales de Rosaurio. Nunca le pongo menos de media hora por viaje. Y creanme, esto es bastante agotador, sino fuera por la inreíble fauna que frecuenta estos transportes sáuricos (devoradores y excretadores de personas).
Veamos... el colectivo 143 de las 12 del mediodía de los viernes, que viene del centro a la zona sur, suele ir ensardinando a la gente. Los días de mucho calor, más que sardinas, nos volvemos rebaños bovinos, aunque algún porcino suele colarse también. Bien, hasta acá todo normal, pero este "bondi" tiene otras particularidades. Está habitado por hippies escolares que copan los asientos de atrás y, guitarra en mano, entonan cosas del tipo... a ver... canción hippie por excelencia, piensen.... sí, "Rasguña las piedras". Luego siguen con "Muchacha ojos de papel" y algunas veces "La Balsa". También entra en el repertorio "Mañana campestre". Y lo más extraño es que los pibes tendrán 15 o 16 años, no sé dónde han escuchado las canciones que cantan (diría Charly, siempre están los que sienten nostalgia de tiempos que no vivieron). A mí, por lo pronto, me alegran el día, y paso mi media hora a bordo con un intenso ataque de bovarismo.
Otro caso de colección: el 143 de las 22:30 de los miércoles que viene del centro al sur. Tengo un enamorado en ese bondi. Sube un chico de una escuela especial, José, que siempre me muestra su cuaderno, pide que le escriba mi nombre en la última hoja, y asegura "curar" con sus manos. Entonces, un día, viajó unas 20 cuadras con su mano en mi frente (porque según él me dolía la cabeza) (y según yo era cierto), y otra vez hicimos las 20 cuadras mientras me masajeaba la mano y muñeca derecha (porque según él me dolía la mano, y según yo tengo un terrible dolor de tanto mouse). Siempre me saluda con un beso en la mano antes de bajarse.
Si bien las dos de arriba son las "fijas", hay muchas otras espontáneas y efímeras, por ejemplo, recuerdo una vez haberme sentado al lado de un hombre que tenía una maleta con un fuertísimo olor a alcanfor, y que de pronto puso sus manos juntas y entró en estado alfa, meditando, haciendo leves ecos guturales. Qué se yo... si a vos te gusta hacer eso en el colectivo... Otra vez subió un "Slash" ruloso y maloliente, botas tejanas y en el labio inferior le colgaba... no, no el pucho... le colgaba una tremenda pipa, los argentinos somos así de agrandados.
Los que están buenos son los bondis de los sábado a la noche, con la gente que se va a los bailes, los colectivos huelen bien, los pibes se sientan unos sobre otros, te encontrás con conocidos en diversos estados festivos, te encontrás con gente que hace mil que no ves, todos se besan y se saludan, se pasan mails, se pasan blogs, se pasan dealers, y demas.
Con tanto tiempo sobre estas máquinas rodantes he aprendido a disfrutarlas un poco más, ya son parte de mi "estar" como lo puede ser la compu o el comedor de mi casa. Y después de todo, no hay nada más lindo que dormirse una siestita en el de las 19 hs, mientras te mecés entre baches, frenadas y ruiditos de motor.
Veamos... el colectivo 143 de las 12 del mediodía de los viernes, que viene del centro a la zona sur, suele ir ensardinando a la gente. Los días de mucho calor, más que sardinas, nos volvemos rebaños bovinos, aunque algún porcino suele colarse también. Bien, hasta acá todo normal, pero este "bondi" tiene otras particularidades. Está habitado por hippies escolares que copan los asientos de atrás y, guitarra en mano, entonan cosas del tipo... a ver... canción hippie por excelencia, piensen.... sí, "Rasguña las piedras". Luego siguen con "Muchacha ojos de papel" y algunas veces "La Balsa". También entra en el repertorio "Mañana campestre". Y lo más extraño es que los pibes tendrán 15 o 16 años, no sé dónde han escuchado las canciones que cantan (diría Charly, siempre están los que sienten nostalgia de tiempos que no vivieron). A mí, por lo pronto, me alegran el día, y paso mi media hora a bordo con un intenso ataque de bovarismo.
Otro caso de colección: el 143 de las 22:30 de los miércoles que viene del centro al sur. Tengo un enamorado en ese bondi. Sube un chico de una escuela especial, José, que siempre me muestra su cuaderno, pide que le escriba mi nombre en la última hoja, y asegura "curar" con sus manos. Entonces, un día, viajó unas 20 cuadras con su mano en mi frente (porque según él me dolía la cabeza) (y según yo era cierto), y otra vez hicimos las 20 cuadras mientras me masajeaba la mano y muñeca derecha (porque según él me dolía la mano, y según yo tengo un terrible dolor de tanto mouse). Siempre me saluda con un beso en la mano antes de bajarse.
Si bien las dos de arriba son las "fijas", hay muchas otras espontáneas y efímeras, por ejemplo, recuerdo una vez haberme sentado al lado de un hombre que tenía una maleta con un fuertísimo olor a alcanfor, y que de pronto puso sus manos juntas y entró en estado alfa, meditando, haciendo leves ecos guturales. Qué se yo... si a vos te gusta hacer eso en el colectivo... Otra vez subió un "Slash" ruloso y maloliente, botas tejanas y en el labio inferior le colgaba... no, no el pucho... le colgaba una tremenda pipa, los argentinos somos así de agrandados.
Los que están buenos son los bondis de los sábado a la noche, con la gente que se va a los bailes, los colectivos huelen bien, los pibes se sientan unos sobre otros, te encontrás con conocidos en diversos estados festivos, te encontrás con gente que hace mil que no ves, todos se besan y se saludan, se pasan mails, se pasan blogs, se pasan dealers, y demas.
Con tanto tiempo sobre estas máquinas rodantes he aprendido a disfrutarlas un poco más, ya son parte de mi "estar" como lo puede ser la compu o el comedor de mi casa. Y después de todo, no hay nada más lindo que dormirse una siestita en el de las 19 hs, mientras te mecés entre baches, frenadas y ruiditos de motor.
2 Comentarios:
A la/s 10/02/2004 3:58 p. m., first tango dijo...
"muchacha te haga reír"
viajo poco en omnibus, cuando lo hacía mucho, leía bastanta, también a veces dormía placenteramente (a veces parado, con mi brazo agarrado del pasamanos, mi otro brazo sobre el biceps del anterior y mi cabeza apoyada en este segundo brazo), tan bien dormía que alguna vez me desperté, con el omnibus vacío y casi todos los asientos libres
las pocas veces que lo hago ahora, me gusta ver las caras de la gente y tratar de adivinar o imaginarme que hay detrás de esas caras
A la/s 10/08/2004 2:32 a. m., Juan Cruz dijo...
Ahhh no!
Yo venia a ver si seguía la onda "Erasmo cojeme"
Que paso con el? te cansaste, lo tiraste por ahí?..
Tampoco hay minas en este lugar? Están los que postean, los que no postean y, ahora Erasmo...
Bah..
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