yendo los saurios

jueves, 16 de septiembre de 2004

Mamita, te parto esas pestañas al medio!

Hoy apenas llegué al Nodo, lo fui a saludar a Lucas al 2º piso. Cuando me ve, Lucas me dice "Ah, qué lindo que tenés el pelo, qué te pusiste?". Y yo le respondí: "solo se lo cuento a mis mejores amigas!"... Naaahh! yo le respondí: "Me puse la crema de peinar D*** porque como hoy voy a natación, ese masacote grasoso encremante me envaselina el pelo y me lo protege del cloro acuático". La escena terminó más o menos ahí (después de que Lucas me pasara algunos consejos para cuidar mejor mi pelo, y eso que dicen por ahí que Lucas es bien machito y se la banca...)

La cuestión es que me quedé procesando... y temí, la verdad temí. Temí que, gracias a todas las porquerías que nos venden las publicidades, cuando pase por la obra en construcción los tipos ya no me griten más "Mamita, qué pedazo de orto que tenés!" y en vez de eso, encontrarme con un "Mamita, te parto esas pestañas voluminosas y arqueadísimas hasta el cielo al medio!"

Me lo imaginé a Homero diciendo: "Ah, mi vida, ahora sí que veo el brillo innato de tu pelo" o peor "Qué suave tenés la piel de las axilas, me prestás tu desodorante?" (¡¡!!) Digo, si Homero se tomara unas cuantas copas de cierto aperitivo, se convertiría de pronto en "el dandy"?? Juas! Ni con 8 bidones y 2 meses en curda permanente!

Y me imaginé cosas más trágicas aún: me ví, de pronto, como un perro sabueso (por no decir como una perra alzada) persiguiendo el rastro de desodorante dejado por algún pendejito imberbe. O masajeando libidinosamente la cara a alguien que se afeitó con la super-potente maquinita que parece un auto de fórmula 1.

Ah, todas estas reflexiones me hacen pensar cuán dificil habrá sido, por ejemplo, para las miles y miles de generaciones de hombres y mujeres que habitaron la tierra, poder sobrevivir sin... sin... ¡el Danonino! ¡O el Actimel!! Gracias, avances tecnológicos, gracias alimentos transgénicos, gracias conservantes y colorantes y acidulantes y edulcorantes y todos los "**antes" por permitirnos a una vida tan sana y feliz! (en 50 años te contaré de mis agujeros estomacales y cánceres varios)

Bueno... y este post, podría ser infinito... para un capítulo aparte quedará mi descargo oral y público por no ser poseedora de un teléfono celular (Oh por dios!! qué Sauria más sacrílega!! basta, basta! esto ya no lo voy a tolerar, esto ya ha sido suficiente para mis ojos!!)

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