yendo los saurios

miércoles, 20 de abril de 2005

640 malditos años

Periodista: -¿Cuál ha sido su primer conocimiento sobre los vuelos de la muerte de la Esma?.
Scilingo: -Los vuelos fueron comunicados oficialmente por Mendía (vicealmirante de la Armada) pocos días después del golpe militar de marzo de 1976.
Se informó que el procedimiento para el manejo de los subversivos en la Armada sería sin uniforme y usando zapatillas, jeans y remeras.
Explicó que en la Armada no se fusilarían subversivos ya que no se quería tener los problemas sufridos por Franco en España y Pinochet en Chile. Tampoco se "podía ir contra el Papa" pero se consultó a la jerarquía eclesiástica y se adoptó un método que la Iglesia consideraba cristiano, o sea gente que despega en un vuelo y no llega a destino.
Ante las dudas de algunos marinos, se aclaró que "se tiraría a los subversivos en pleno vuelo". Después de los vuelos, los capellanes nos trataban de consolar recordando un precepto bíblico que habla de "separar la hierba mala del trigal".

Periodista: ¿Los capellanes de la Armada consideraban que dormir a los prisioneros, desvestirlos y arrojarlos al mar era una muerte cristiana?
Scilingo: -Sí, era la metodología adoptada por la Armada y que consistía en darles a los subversivos una dosis de pentothal para atontarlos, una segunda inyección en vuelo para dormirlos y finalmente sacarles la ropa y tirarlos al mar. Se los engañaba a los prisioneros diciéndoles que era una vacuna y que se convertirían en presos reconocidos. En el momento de arrojarlos al mar, estaban totalmente dormidos, incluso tuve un caso de una persona que se quiso levantar, pero el médico me dijo que se trató de una acto reflejo. En el primer vuelo, viajaba un cabo de Prefectura que desconocía la situación, y cuando se dio cuenta de lo que haríamos se puso a llorar y entró en una profunda crisis de nervios. Tuve que calmarlo y explicarle aquello que era inexplicable.
(leer completo)

Unas 4.400 personas fueron eliminadas en los "vuelos de la muerte". Hoy, la Justicia Española dictó una sentencia histórica, condenando a un total de 640 años de cárcel al ex teniente de navío Adolfo Scilingo por su participación en el secuestro, tortura y asesinato sistemático de personas durante la dictadura militar.

Y todavía quedan unos cuántos asesinos más dando vueltas por la calle...

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