Pocas ideas

O la temporada en que a Sauria se le quemó la cabeza...


Ya sea por el calor del infierno al cual han sido sometidos los habitantes del ecosistema rosaurino, ya sea por la época de este año 2005 que no es más que una continuidad amorfa del 2004 (una suerte de colita intestinal llamada apéndice que algún día necesitará irremediable extirpación), o ya sea por el uso y abuso excesivo de materia gris y la combustión permanente que esto requiere, en Yendo los Saurios hemos tenido un principio de incendio. Y lamentablemente ha habido víctimas (Sauria es una de ellas, y por ende los lectores, indigestos ya de tanta cosa chamuscada). Sin embargo es notable la celeridad y profesionalismo de los bomberos y socorristas, que han evitado que el incendio pase a mayores (a mayores purificaciones y exorcismos fueguinos, así que salimos al ruedo otra vez, pero ahora con la avería a cuestas). Sepan disculpar las molestias.