veo (mucha) gente muerta

La muerte nos anda rondando por estos días. Y la verdad, se me hace imposible dejar sin nombrar 3 terribles episodios que sucedieron.

El primero, el gran Tsunami que se llevó cerca de 130.000 almas en Asia.

El segundo, la gran bengala que se llevó cerca de 175 almas en Buenos Aires.

El tercero, el que más me afecta, el que no vi por televisión y le que he vivido más de cerca, es la muerte de los dos hermanitos que pedían lismona en el cruce de peligrosas avenidas rosarinas. Lautaro y Nicolás, de 4 y 10 años respectivamente, primero fueron víctimas de la exclusión social, víctimas seguramente del hambre, fuera de la escolaridad, fuera de la seguridad de una familia constituída. Finalmente, víctimas de unos de los tantos terribles riesgos que corren los chicos en la calle.

No puedo evitar sentirme de luto por estos días...