Lechien ("El Perro" de Carlos Sorín)

Fue amor a primera vista, cuando vi el poster de "próximo estreno" allá por agosto pasado. La cuestión que la película "El Perro" (de Carlos Sorín) pelea el podio de "mejor película del año" en el ranking sáurico.

"El perro" es una película mínima, casi una postal cotidiana, que llega a emocionar sin golpes bajos. Es la historia de Juan Villegas (interpretado por Juan Villegas, empleado del estacionamiento donde Sorín lleva su auto, o sea, no se trata de un actor, es su debut como tal) que está desempleado en el medio de la solitaria patagonia, hasta que el destino lo hace dueño de un perro dogo llamado "Bombón" pero que en su ignorancia Juan llama "Lechien" ("Le Chien" es el nombre francés del criadero de perros). El perro comienza a abrir muchas posibilidades a la vida de Juan, desde un trabajo hasta un viaje a un concurso anual del perros.

En el fondo, Juan y Lechien resultan ser muy similares, en sus silencios, en sus lealtades, en sus miradas, en su incondicional amistad. Muy buena la capacidad de Sorín para captar estas esencias mínimas, simples, cotidianas, en el escenario de la basta y enorme (pero tan simple y llana al fin) Patagonia argentina.

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Notas del director Carlos Sorín
"Quienes interpretan los personajes de "El Perro" son exactamente iguales a los personajes. No en lo anecdótico -porque tienen otros oficios y viven en otros lugares- pero sí en lo esencial, en el alma. La idea es que de esa superposición surjan momentos, trozos verdaderos.

Un ejemplo: el rostro fascinado de Juan Villegas-personaje cuando cuatrocientas personas lo aplauden por haber ganado un trofeo en la exposición canina, después de haber vivido veinte años en la soledad de una estación de servicio de una ruta perdida, es intenso y verdadero. Porque es el mismo rostro de fascinación de Juan Villegas-persona- a quien, en el mismo momento, aplauden cuatrocientos extras, después de haber vivido sus últimos veinte años estacionando autos en la soledad de un garaje. La situación es distinta, pero el sentimiento es el mismo. Si la cámara puede captarlo es que estamos ante un trozo de documental, un trozo de verdad."

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