yendo los saurios

domingo, 6 de agosto de 2006

Rosa de Hiroshima

El 5 de agosto de 1945 el bombardero B-29, "Enola Gay" llamado así en honor a la madre de su tripulante, Paul W. Tibblets, con Little boy (nombre en clave de la bomba de uranio) en sus entrañas despego de Tinian con destino a Japón escoltado por cinco B29. Uno destacado con misión de comprobar las condiciones meteorológicas, dos para medir las consecuencias del impacto, fotografiar y filmar, y otros dos como escolta. El objetivo era Hiroshima en primer lugar, y si su cielo no estuviese libre de nubes, lo que impediría registrar los efectos de la bomba, Nagasaki, Kokura o Niigata, la que mejores condiciones meteorológicas ofreciera.

El 6 de agosto, sobre Hiroshima el cielo estaba radiante y a las 8,15 el Enola Gay dejó caer la bomba atómica sobre el puente Aioi, centro geográfico de la ciudad. Sus habitantes, acostumbrados a ver pasar los B29 sin descargar sus bombas sobre ellos, se vieron sorprendidos por aquella gran explosión que en escasos segundos arrasó la ciudad en un radio de tres kilómetros. Un ruido ensordecedor marcó el instante de la explosión, seguido de un resplandor que iluminó el cielo. En minutos, una columna de humo color gris-morado con un corazón de fuego (a una temperatura aproximada de 4000º C) se convirtió en un gigantesco “hongo atómico” de poco más de un kilómetro de altura. Uno de los tripulantes de “Enola Gay” describió la visión que tuvo de ese momento, acerca del lugar que acaban de bombardear: “parecía como si la lava cubriera toda la ciudad”.




Hoy quería compartir con Uds. estas palabras para recordar lo que sucedió hace 61 años atrás, el terror de bombas sobre Hiroshima y Nagasaki que se cobraron, en un segundo, la vida de 200.000 personas y la historia no terminó ahí. La radiación y desvastación costó muchas más víctimas.

Sin embargo, pese a la terrible experiencia ante los ojos del mundo, que puso en evidencia el poderío y ambición norteamericana, las cosas al día de hoy no han cambiado demasiado. Estados Unidos, en nuestras propias narices, sigue siendo el gran predador del planeta, duplicando y triplicando el número de víctimas de sus atrocidades, en estos pocos años de historia de la Humanidad. Sin dudas, es importante recordar Hirsohima y Nagasaki, es un recuerdo que nos duele en cada imagen, pero también es importante entender que nada ha cambiado desde entonces, que seguimos tan desamparados ante la atrocidad yanqui, que se repite con total impunidad.

Por último, un oasis: hace un tiempo ya, Pedro Aznar grabó para su disco "Aznar canta Brasil", una canción de Gerson Conrad y Vinicius de Moraes llamada "Rosa de Hiroshima", que (gracias a Homero que la ripeó y demases) les dejo para que vean, escuchen, sientan...


Rosa de Hiroshima
Piensa en las criaturas mudas, telepáticas
Piensa en las chiquillas ciegas e inexactas
Piensa en las mujeres rotas, alteradas
Piensa en las heridas como rosas cálidas

Pero nunca olvides la rosa, la rosa
La rosa de Hiroshima, rosa hereditaria
La rosa radiactiva, estúpida e inválida
La rosa con cirrosis, la anti-rosa atómica

Sin color, sin perfume, sin rosa, sin nada

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