yendo los saurios

sábado, 13 de marzo de 2004

El Salmo de Cada Saurio
"... no sucumbais ante la temible tentación de que, bajo la intensa lluvia y con las patas embarradas, extrovertir todos esos sentimientos de ira de pelicula de Spielberg, pisando autos, masticando señales de la vía pública, o dar de coletazos a esas simpáticas cabinas de expendio de tarjetas magnéticas. Deshazte del deseo irrefrenable de cruzar por el jardín de la vecina, y estropearle los malvones, dejando ahí una peliculiar huella para los arqueólogos, o de tumbarle los enanos del techo a la vieja de enfrente, que nunca nos quiso devolver la pelota.
Ser un saurio va más allá de todas esas descargas, ser un saurio es aprender a no perjudicar a los demás ni con tus patas embarradas, ni tu cola, ni tus dientes; es la bondad, la gratitud al Gran Saurio que nos marca un camino de luz, de perdón y comprensión..."

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